POR LOS MONTES DE UCIEDA

 

POR  LOS MONTES DE UCIEDA

DOMINGO 21 DE MARZO DE 2021

Los efectos de la gran pandemia mundial COVID19 también tiene repercusión en nuestro grupo de montaña, afectando sus restricciones a nuestro calendario anual de actividades, el 21 de marzo de 2021 debíamos visitar las montañas asturianas, pero el persistente estado de alarma hizo que encaminásemos nuestros pasos hacia el parque natural Saja - Besaya.

"Arbores son cosa que deben ser mucho bien guardadas porque dellas se aprovechan los omes e reciben mucho placer cuando las ven. Onde las cortan facen maldad conocida en por ende..." así hablaba Alfonso X el rey sabio en su libro de las siete partidas ( libro 7 ). Nuestra ruta en tan señalado día iba a ser un encuentro con uno de los tesoros forestales de Cantabria.

El grupo reunido en la campa de Ucieda, el día un poco incierto en lo referente al tiempo, que amenazaba lluvia , pero no cayó ni una gota y pudimos realizar el recorrido con una excelente temperatura.

El amigo Portu con Pepito lideraron esta salida por un entorno bien conocido por ellos y nos llevaron magníficamente por el parque Saja - Besaya que guarda unos bellos rincones forestales.

Pepito con "Rouco" , el can disfruto de lo lindo acompañando a El Argayu, muchos kilómetros hizo subiendo y bajando a través del monte ...habrá que federarle.

Una amplia red de caminos y pistas recorre el parque. La presencia de los desnudos árboles nos acompaña desde el primer minuto, robles y hayas serán las especies dominantes en un amplio abanico de especies forestales.

Poco a poco las pistas de hormigón se transforman en tierra y estas en senderos. el grupo se reúne antes de entrar en una zona boscosa donde los senderos serán la nota dominante.

El parque, con una gran superficie, ofrece diferentes espacios con varios recorridos en diferentes dificultades. El entorno tiene una buena conservación y servicios y una señalización clara para conducir a visitantes y senderistas.

Nuestros guías nos llevan por senderos cada vez las abruptos y ascendentes , la presencia de árboles de gran porte es cada vez más patente, el invierno nos deja ver la impresionante estructura  de estos gigantes en su medio natural.

Posando para la posteridad junto a un magnifico ejemplar, todos nos sentimos como "enanitos " ante la belleza de ese milagro vegetal de varios siglos de antigüedad. Hay que subir hasta allí para entenderlo.

El monte conserva varias casetas- refugio en aceptable estado, algunas utilizables, nosotros aprovechamos para hacer una primera parada y reponer fuerzas, aún quedaba camino...

Alcanzando las crestas del parque, sus divisorias nos permitían ver muchos horizontes bajo el cielo plomizo del día, montañas viejas, redondas lomas...el perro Rouco  disfrutando del día.

Pilar posa junto a un magnifico ejemplar, el viejo gigante nació y murió en el lugar, seco y erguido permanece impasible al tiempo, si sus ramas hablasen contarían leyendas de bosques y tiempos remotos.

Sobre las crestas caminamos con vegetación de monte bajo, esta ruta no presenta ninguna dificultad especial y es acta para todos los públicos siempre que se tenga una condición física optima. Solo algunos arboles crecen desafiando los vientos dominantes.

Montse vino con el grupo de Lebaniegos hasta Ucieda, celebrando el día internacional de los bosques, Cantabria es una privilegiada en espacio forestales que merecen ser conocidos.

La ruta era circular y cambiaba constantemente de ambientes, en el camino de descenso volvimos a internarnos en zonas arboladas de gran belleza.

Curiosamente es la escala humana la que nos da una idea de la grandeza de la naturaleza, uno siempre se siente enanito ante los monumentales árboles de esta magnifica reserva forestal y faunística.

Segundo alto en una cabaña, era la hora de la comida, el camino nos dio hambre y el sitio era perfecto para reponer fuerzas...no se que tiene el campo que el bocadillo, la tortilla y el queso saben mejor.

Parte de nuestro itinerario coincidía con el que recorre la gran prueba deportiva los 10.000 del Soplao. Lorena posa junto a uno de los indicadores de la prueba. El día clareaba y la temida lluvia no apareció.

Nos encaminábamos hacia el final de la jornada, Alodia, dando prueba de una gran resistencia  fue la única que aguantó la mascarilla todo el recorrido... se siente segura.

Un territorio muy extenso de monte y arbolado ante nuestros ojos, el Hábitat ideal donde muchas especies animales y vegetales encuentran  su espacio para la vida. Un espacio para vivir y disfrutar entre todos, cuanto menos se toque ... mejor.

Tramo final del recorrido, la senda discurre junto a los ríos del parque, caminos integrados en el bosque para disfrute de todos, en el trayecto diferentes puntos de información ilustraron el el trazado. 

La valenciana Pilar volvió a unirse a el Argayu para disfrutar de los montes de Cantabria, dice estar encantada con nuestra tierra . Habrá que federarla en nuestro grupo.

Sería muy difícil  tratar de condensar las posibilidades que la primavera tiene en nuestra tierra, España es el país con mayor biodiversidad de Europa, Liébana sola tiene descritas más de 1600 flores, la primavera es para disfrutarla.

Imágenes para guardar en la memoria. Tras un invierno generoso en nieve y lluvias los ríos de Ucieda bajaban generosos de agua, un espacio más para la vida. Aguas limpias, uno de los mayores indicadores de nuestra calidad de vida.

Un ejemplo de como el hombre puede intervenir en la naturaleza sin estropearla y haciéndolo de una forma armónica. Las intervenciones humanas pueden ser un valor añadido y aportar belleza a los lugares.

También hay tiempo para el descanso y para tomar un refrigerio y comentar las circunstancias del día, la campa de Ucieda ofrece un buen aparcamiento y una zona de esparcimiento para los visitantes.

Yo tenia un pantalón gris marengo... bendito pantalón amigo Portu, volver a casa después de pasar una jornada de monte con el barro en las botas y el pantalón son la mejor señal de haber vivido un rato con la pureza de una naturaleza siempre viva.

                                                                                                  Salud y montañas bellas.

                                                                                                    Alfonso Martínez Toledano.