DE OZCABA A BÁRCENA MAYOR
Sábado 9 de mayo 2021
La bella Cantabria guarda en sus valles interiores una esencia amasada en piedra e historia que hoy pervive en su paisaje; que si nos hablase, nos contaría de caminos trazados por el hombre y sus avatares históricos. Bárcena mayor es uno de esos lugares esenciales, por aqui, por estos pagos, pasaron las legiones de Roma , los Mozárabes de Al Andalus, los foramontanos, incluso el que luego sería el emperador Carlos I de España - el que dicen que era V de los germánicos - que venia con sus 17 años a tomar posesión de los reinos que su madre Juana de dejase en la vieja Castilla . Pasó por aqui Carlos aquel que dijo que en ningún sitio se sintió más emperador que en la escalera del alcázar toledano.
La ruta resultó de lo más atractiva a juzgar por la participación, llenamos el autobús que partiendo de Líebana , nos dejo en Ozcaba después de remontar el rio Saja y la carretera CA -280, las nubes flotaban en el azul primaveral, día de sol y buena compañía.
Nada mas dejar la carretera que sube hasta Palombera, la presencia de las vacas nos indica que seguimos en territorio " Tudanco ", las vacas nos miraban con la misma curiosidad que vieron pasar sus abuelas al emperador Carlos, mientras nosotros avanzábamos por los pastos y brañas que nos introducían en el bosque.
La ruta entre Ozcaba y Bárcena M. es un camino natural que une dos puntos a través de una profunda vaguada con un paisaje variado, donde la naturaleza se ha ido acomodando con toda suerte de especies forestales. En la parte superior algunos tramos pequeños ha sido hormigonados para favorecer el tránsito.
Luce el sol y pronto aprieta el calor, a medida que avanzamos en nuestro camino los árboles nos acompañan con su refrescante sombra , el camino desciende, el grupo camina junto ensimismado en conversaciones y naturaleza.
En la altitud por la que andábamos, el haya se encuentra en su particular reino, viejos ejemplares se mezclan con otros más jóvenes, las viejas hayas, las retorcidas, las tortuosas , las dormidas, sobrevivieron al hacha y sus intereses... por lo visto se prefirieron para la sierra las de derechura y docilidad.
La ruta no ofrece ninguna dificultad técnica salvo las de los derivados de los atmosféricos en la montaña, está bien señalizada y sigue un camino natural sin perdida. Nos encontramos en la parte baja, a grupos de caminantes deseosos del contacto con la naturaleza en tiempos de pandemia.
En la foto, aparte de Lorena haciendo de la suyas, podemos ver como el grupo después de abandonar pistas y caminos, toma una senda a media ladera donde podemos observar que caminamos por un espacio desforestado. En la ladera de enfrente el bosque se manifiesta en todo su esplendor .
La desforestada ladera fue repoblada en tiempos pasados con pinos, que según nos parece nunca fueron talados a juzgar por la altura alcanzada por los mismos, en la imagen superior podemos ver el bosque autóctono y el bosque industrial. Se debería repoblar siempre con árboles autóctonos y no mirar tanto la dudosa rentabilidad.
Atravesado el pinar volvemos al bosque donde predomina el haya y están representadas una buena parte de las especies atlánticas propias de los los bosques del norte de España. El grupo avanza en hilera disfrutando de un espectacular paisaje entre luces y sombras.
Caminando en el hayedo. Allí donde hay árboles habrá un paraíso, el bosque con su enhiesta verticalidad se ha convertido en el "código de barras " del planeta, bendita madera que nos acompañas desde el día nuestro nacimiento. Cuna donde dormir , nanas por escuchar...barco en el que navegar.
Y a mitad apareció un banco - curiosamente no pertenecía a Ana Patricia Botín - así que nos sentamos para la posteridad, en la foto una buena representación de chicas de lo más granado de nuestro grupo de montaña. Es uno de los pocos pocos bancos que no cobra comisiones.
Y aqui los chicos de El argayu , una de las mejores alineaciones "Senior" del montañismo español, son gente de pezuña brava y buen yantar... no hay a su pie risco vedado ...donde les llevan van...jamás cansados, ríen, sueñan y duermen.
Y en un claro del camino hicimos un alto para calmar tripas y papilas, pues estas últimas estaban en constante desosiego sabedoras que lo que nos esperaba en Bárcena Mayor. Aquí el plátano, la almendra y el chocolate hicieron de calmantes y reconstituyentes para seguir caminando.
Solo son unos pocos entre miles, árboles de todos los tiempos, maravilla de luz y equilibrio, arquitectura perfecta, asiento de vida, paz del caminante , implorantes brazos, dan ganas de acogerse y anidar en vuestro seno...
Quedó en nuestra retina la magia del bosque y el deseo de volver sobre nuestros pasos, aqui no hay estación que no tenga belleza. Cantabria es tierra para volver , siempre habrá un collado por cruzar, un espacio por descubrir y un espíritu que alimentar.
No hay muerte aqui, es una naturaleza en constante transformación , en el árbol caído encontró la arandanera un seno en el que crecer , en otro tiempo frutos que alimentaron al oso y al urogallo antes de que el homo sapiens se pusiese a pensar y a trazar desde un despacho las líneas del planeta y sus seres.
Pero no todo el vegetal en este espacio, tambien coexiste un reino mineral que nos nos habla que la vieja geología de estos montes, argayadas peñas , inagotable cantera para el hombre , piedra y cobijo con las que levantar el hogar, proteger el rebaño y construir el altar , todo está aquí , en lo estéril la vida duerme.
Meli y Pilar posan junto a la cicatriz del estrato pétreo del camino, inagotable cantera de la cercana Bárcena Mayor, cuantos carros subirían hasta aqui para llevar la piedra con la se construyo tan magnifico pueblo, cerramos los ojos y podemos oír las ruedas en el camino y una tonada del carretero: Cantando voy camino arriba, me llevo la piedra y me gano la vida...
Los amplios caminos nos hablan de la cercanía de Bárcena Mayor, el día aguantó y tuvimos un sol esplendido que se reflejaba en nuestra caras. Desde aqui se podía oler el platu . A la vanguardia Lorena y Carmen ... Juventud divino tesoro.
Y antes de llegar a Bárcena nos encontramos con la ermita de la Virgen del Carmen donde la devoción de las gentes del lugar toma asiento, es un bonito paraje donde aprovechamos para fotografiarnos juntos. Un momento par descansar y...
...un momento para descansar y repostar junto a la ermita . Lauren celebrando la vida con el inconfundible estilo de la gente de Dobres. ¡Viva el vino y las mujeres !
Chicas de el Argayu junto a la ermita. Una jornada para recordar, habrá que volver pues son muchos los caminos que nos quedan por recorrer en el "territorio tudanco "
En Caloca fue el perro y en Bárcena le tocó al dueño, menos mal que allí había servicio sanitario, en esta ocasión en manos de Meli auxiliando a Portu, que como vemos de deja curar sin oponer resistencia. Al fondo de la foto se puede apreciar a Lorena en su salsa .
Y cruzando el puente Bárcena nos espera, parada y fonda, fin de etapa para reponer fuerzas al calor de pucheros y brasas, es tiempo de encuentros y de compartir mesa en tiempos de esta pandemia que poco a poco iremos venciendo, muchos ya estamos vacunados, feliz noticia que siempre es escusa para celebrar la vida.
Recorrer Bárcena siempre es un placer, no importa la estación del año ni la meteorología , que allí sobran refugios donde encontrar acomodo y mesoneros dispuestos a servirnos la esencia de esta tierra , pasear sus calles, soñar su arquitectura entre campesina y señorial , abolengo en las piedras , orgullo entre sus moradores y un aire que invita a volver y a olvidar ... que a menudo suele ser lo mismo.
