miércoles, 25 de septiembre de 2019

RUTA DE LAS GOLONDRINAS



RUTA DE LAS GOLONDRINAS

Una ruta entre dos naciones al final del verano

18 - 22 DE SEPTIEMBRE 2.019

Sabido es que hay enfermedades que se curan viajando, porque el viaje, el viaje en altura, nos da una visión del mundo que nos permite comprender a los demás y apreciar cuanto nos une a los otros. También es sabido que al iniciar el camino, viaja con nosotros una idea preconcebida de cuanto nos vamos a encontrar. En este viaje por el Pirineo navarro,oscence y francés nuestras expectativas fueron superadas por la realidad. Sería difícil describir la variedad de los paisajes, la claridad de las aguas, el sol de la mañana o el viento en la cara, difícil de describir y difícil de olvidar, la mochila del alma se carga con lo imborrable y eso nunca nos pesa.


Partimos de Cantabria  sin dejar de mirar al cielo, pero tuvimos " la suerte de los valientes ", ya no había vuelta atrás, en Navarra cielos inciertos surcados por un arco iris de esperanza.


Primera noche en la localidad navarra de Garde, en su camping dormimos ya que el refugio de Belagua se encuentra en obras. Preparados para salir.


Rincón de Belagua (980 mtrs ) punto de salida para un buen numero de rutas, salimos con mucha ilusión esperando que la lluvia nos respetase.


Arañas en el aire, en aquella red inmensa de caminos nuevos para todos, el presidente supo resolver y llevarnos a buen refugio cada día, gran guía para una gran ruta.


Desde los primeros pasos fuimos inmersos en la gran riqueza forestal del valle de Belagua, donde la madera es una de las principales riquezas, destacaban grandes abetos junto a otras especies.


Plano en ristre, el " Presi " tirando de ese olfato privilegiado y su buen hacer que nos dio una gran tranquilidad en toda la ruta. " Spirto gentil "


Pausa para comer en medio del bosque, lugar plácido y con buenas asentaderas, faltó la santa siesta pero no había tempo para el descanso. Fueron largas jornadas en las que administrar y reponer fuerzas.


Las nubes de algodón se movían veloces en las capas altas cuando llegamos a la raya de Navarra con Aragón, durante el día en tiempo cambiaba como los paisajes, un toque de emoción y pimienta.


Y al final hizo su aparición, llegó la lluvia del final de verano...pero solo faltaba 1 kilómetro para alcanzar el refugio de Linza ( 1340 mtrs ) en el pirineo de Huesca, subíamos cantando, las vacas son testigos.


Segunda noche en Linza, el refugio aragonés está bien equipado - el único que vimos adaptado para discapacitados - buenas instalaciones y buena cena. Poca gente en esta época del año.


Saliendo de Linza para encarar la etapa reina , nos esperaba un gran día, el tiempo se puso de nuestro lado, habíamos repuesto fuerzas y afrontábamos ilusionados el reto.



Quique consultando datos para el recorrido que nos llevaría hasta Francia, de Linza parten diferentes recorridos y en diferentes direcciones, había que prestar mucha atención a la señalización  de las rutas.


Madrugamos mucho todos los días, nos levantábamos de noche, pero teníamos la compensación de ver al sol romper horizontes, el paisaje cambiaba, poco arbolado en la zona predominando el pasto de montaña.



Llegados al cruce de Foya Mas  ( como suena y sin acento) tomamos el camino de la escalerita que nos conduciría a la frontera francesa,  el madrugar nos permitió caminar buen tramo por la sombra.




Dejábamos al fondo las montañas de Aragón, el sendero bien marcado entre los dos países nos evocaba un pasado de contrabandistas y de personas huyendo de guerras y persecuciones.



En el paso fronterizo de collada de Sobarcal o Petrachema (2.084 mtrs. ) el gendarme de servicio nos hizo la foto - bueno era un montañero francés con cara de gendarme -, las vistas que teníamos ante nuestros ojos son difíciles de explicar, un mundo calizo a nuestros pies que nos recordaba a los Picos.


El jefe de la expedición otea las nubes en Francia ...se debieron asustar con la llegada de los españoles y se disiparon dejando espacio al sol. Quedaba mucho por andar.


La luna en el cielo, nos movimos bien en un terreno que nos resultaba familiar, nos esperaban 1.100 mtrs.  de desnivel hasta el fondo del valle por un terreno muy variado y especialmente bello.



Ninguna fotografía es capaz de reflejar la magnitud de las torres y diedros que nos circundaban, un espectáculo para los sentidos, Naturaleza en estado salvaje.



Un alto en el camino para descansar y reponerse, la larga jornada exigía administrarlos tiempos pues aun quedaba una jornada larga que finalizaba cuesta arriba.


Canchales calizos que bajaron de las altas torres que nos rodeaban nos conducían a un nuevo encuentros con el bosque camino del valle donde se asienta Lescun.



 De nuevo reinaba el hayedo con presencia de acebos, avellanos, robles y abetos,  el cosmos vegetal atlántico con el que compartimos especies y belleza, reflejada en hermosos ejemplares.



En todo el recorrido vimos una gran presencia de hongos y setas muy variadas, aqui el otoño está más avanzado que el la cordillera cantábrica y despliega su paleta de colores.



Desde el fondo del valle ... frondosos bosques y desafiantes agujas un paisaje, que justifica toda la ruta. Quien allí estuvo lo sabe.



Siii, fue por allí,  pasos altos por el collado, frontera entre países, agujas en las que prender el algodón de las nubes, imágenes para el recuerdo, estampas para la vida...



El abeto del "fuet ", que comer y rascar todo es empezar, reponiendo fuerzas en la tarde antes de alcanzar el refugio, un masaje para los pies cansados, el final de la etapa reina estaba cerca.



Nos faltaban 45 minutos en ascensión para llegar al refugio en territorio francés, la lluvia no nos visitó y pudimos subir con excelente temperatura para culminar este duro y largo tramo.


El refugio de L'Abérouat (1. 450 mtrs ) con 90 plazas, solo dormimos 8 montañeros, buena y abundante comida, buen trato por parte del simpático guarda. Aquí nos repusimos de muchas cosas - cerveza incluida - buenos servicios en el refugio.



Comenzamos internándonos de nuevo al abrigo del bosque, la mañana venia fría y camino rocoso de nuevo aportó una nota de variedad a los infinitos paisajes recorridos.


Francia, España, Cantabria... la belleza del bosque no conoce fronteras.


A medida que ascendíamos y dejábamos el bosque atrás, los altos y abundantes pastos de montaña nos acompañaban, numerosos rebaños de ovejas en Bois de Lagrave.


Una vista del circo rocoso que nos rodeaba y de la espesura forestal que atrás dejábamos, la variedad de paisajes es la constante de las ruta de las Golondrinas.


Por el paso de Azuns avistamos la vertiente norte del pirineo, llanuras a nuestros pies y en la lontananza poblaciones grandes. En la foto un ejemplo de la señalización de la GR 10 que utilizaríamos en esta etapa.



El paso de Osque (1.950 mtrs) es de gran belleza, y esta "cableado" por seguridad. Un juego de niños al lado de el Jou de os Boches - No fiarse de la expresión de Meli echándose las manos a la cabeza - solo se estaba colocando el cabello.


Quique abriendo paso y dando seguridad a las chicas, Pan comido para dos campeonas.



Tres buenas patas para un banco, tres rupicapras que no necesitan presentación posando para la posteridad. (doy fe de que el presidente se quitaba el plano para dormir....pero soñaba con él ).


Atrás el paso de Osque y la característica vegetación  de pinaceas que nos acompañaría hasta la estación invernal a la que nos dirigíamos.


El  sol nos acompaño tambien esta jornada, tuvimos mucha suerte con el tiempo, pues al salir de Cantabria no las teníamos todas con nosotros...lo dicho la suerte de los valientes .




La estación invernal de Arette - la pierre Saint Martín la recorrimos en gran parte de su extensión pues el refugio se encontraba en la parte opuesta, es una estación de grandes dimensiones.



Dos rebecos (sarrios en el pirineo ) a lo largo de toda la ruta además de la ganadería de montaña también avistamos en diferentes lugares unas simpáticas marmotas. "Quique toma nota cuando veas a las marmotas "



Caminando por terrazas hacia el refugio en el tramo final de nuestra gran travesía pirenaica, el camino discurría por la parte superior dela estación de esquí por una escarpada senda que exigía bastante cuidado.


A nuestro paso monumentos naturales, árboles que revelaban su edad en su piel, los hielos sufridos los vientos que los esculpieron y las retorcidas ramas muertas ya, pero vivas en su eterna belleza.


Y por fin el refugio de Jeandel (1.627 mtrs) el fin de nuestra ruta. sol en el rostro y la satisfacción de haber cumplido nuestra ilusión. Muy satisfechos de lo logrado y con ganas de repetir esta muy recomendable experiencia.


En el refugio nos entregaron como regalo y acreditación de la ruta de las Golondrinas, unas alpargatas como recuerdo hacia aquellas mujeres españolas que cada año venían hasta Francia para trabajar en esta industria y sacarse un dinero con el que sacar adelante sus familias.



Durante la tarde y la noche se desataron todas las fuerzas de la naturaleza, viento, lluvia, frio, niebla...pero nosotros ya estábamos con las alpargatas puestas. Los franceses se quedaron sin salir en su refugio y a nosotros la organización nos devolvió al punto de partida donde nos esperaba el coche de Sonia, en Rincón de Belagua.
Sería imposible reflejar en este modesto blog toda la belleza con la emborrachamos nuestros ojos, ahí os dejamos unas muestras.







También hubo tiempo para hacer un poco de turismo rural y pasear por los bellos pueblos del valle de Belagua en especial el pueblo de Roncal donde compramos su afamado queso y la bella localidad de Isaba con sus empedradas calles.










Ya lo decía el gran Leonardo da Vinci : "El amor es más grande en la medida en que el conocimiento es más perfecto "...nos queda mucho por andar y por conocer en nuestro propio país. En ello estamos.

                                                                                                      Alfonso M.Toledano.