domingo, 28 de abril de 2024

LAS MERINDADES DE BURGOS - PICO HUMIÓN 1.437.m.

LAS MERINDADES DE BURGOS

PICO HUMIÓN 1.437m.

19 - 20 de abril de 2.024

Con la llegada de la primavera, en nuestro calendario deportivo teníamos propuesta un salida a las Merindades de Burgos. Una actividad fuera de nuestra comunidad autónoma que nos dejó un gran sabor de boca. El tiempo nos acompañó y el calor de la vieja Castilla nos respetó en las dos jornadas deportivas que nos esperaban. Las Merindades  resultó ser un paraíso interior lleno de atractivos que nuestras guías supieron exprimir con una gestión del tiempo admirable.



El espacio de nuestra actividad principal iba a ser el valle de Tobalina , su nombre lo toma de la piel de sus montañas circundantes donde la piedra TOBA es la seña de identidad entre todas las rocas de este espacio natural. El hombre en estos pagos la ha utilizado para todo, con ella ha levantados puentes, casas, castillos e  iglesias .




Sonia y Lorena fueron, con otras colaboradoras, las guías principales en estos dos días de deporte y convivencia. Las jornadas superaron con mucho las expectativas que teníamos algunos, las Merindades enamoran y algunos ya estamos pensando en repetir.



Nuestro punto de reunión antes de ir al campamento - albergue,  fue el bello enclave de Tobera, pedanía de Frías. Hasta allí iríamos llegando para reunirnos y disfrutar de este maravilloso lugar, resultó ser un buen aperitivo para las jornadas deportivo culturales que íbamos a vivir. 



Aparcamos en la parte alta de Tobera, las ermitas de nuestra señora de la Hoz y del Cristo de los remedios nos recibieron en un paraje difícil de describir por su abrumadora belleza, desde este punto descendimos para contemplar este singular pueblo. 



Es el agua el protagonista de este sitio. El modesto río Molinar se precipita desde los montes Obarenes para dividir a Tobera en dos barrios, dejando a su paso por la localidad unas escalonadas cascadas que son su seña de identidad .




En el descenso hasta llegar al centro del pueblo encontramos un recorrido perfectamente señalizado y con estratégicas terrazas y balcones, dispuestos para poder admirar la belleza del agua que posteriormente acabará en  padre Ebro.






También pudimos tomar fotos desde el interior de las cascadas, una experiencia que bien justifica la visita y damos las gracias a nuestras guías por traernos hasta este bello lugar.


Poco a poco fueron llegando los más rezagados, y tras un refrigerio y escuchar la hoja de ruta, nos dirigimos al albergue donde nos alojaríamos  dos días.  Nos despedimos de Tobera, con sus bellas casas, muchas de ellas de piedra toba, que se encuentran primorosamente cuidadas.


Nos trasladamos a la localidad de Quintana Martin Galindez donde nos esperaba el albergue y su gerente Sarah, que nos atendió primorosamente, la verdad es que estuvimos muy a gusto. Fue una buena elección. 



Durante la estancia tuvimos muy buen ambiente, y disfrutamos del albergue prácticamente solo para nosotros, mucho espacio y buen servicio, la comida estupenda y los desayunos de traca, allí no faltaba de nada...manda huevos.


Juventud, divino tesoro...no estamos locos sabemos lo queremos.




Como éramos mucha tropa, echamos una mano con la logística para facilitar la intendencia del momento. Como en el GM El Arguyu siempre hay gente valiosa, a María José le costo poco remangarse y hacer lo que mejor me sabe...y no fue la única. 



En la soleada mañana del sábado, el grupo se reúne para afrontar la ruta al pico Humión , se había elegido la llamada senda del gitano que con un desnivel de 1.050 metros y 20,3 kilómetros de recorrido,  hacía  presumir de una intensa jornada deportiva.



Con el fondo de la ciudad de Frías el grupo posa antes de afrontar una jornada llena de buenas sensaciones.



La primavera estaba en esplendor y había convertido la  senda del gitano en el paraíso de las abejas, valgan estos tres ejemplos como representación de la riquísima flora que nos encontraríamos en el camino, una explosión de colores y formas.


La senda discurría en medio de la abundante vegetación de monte bajo, encinas, robles, espinos, boj y pinos resineros eran algunas de las especies más sobresalientes, todas luchaban por prosperar en el áspero suelo de la sierra.



El camino largo y constante en su desnivel nos permitía obtener unas bonitas vistas del valle de Tobalina que iba desplegando su esplendor,  la tierra en primavera mostraba las labores agrícolas dejando un manto multicolor sobre el valle.


No hubo muchas paradas en el ascenso , pero no faltó nuestra clásica "parada del plátano ". Momento de reponer fuerzas e hidratarnos, el calor nos respetaba, pero no había que bajar la guardia.




El ascenso nos llevó hasta las Talas del Somo, desde allí podíamos por fin ver la cumbre del pico Humión. Aún quedaba un bonito trecho pero ya estábamos a 90 metros de desnivel con respecto a la cumbre que podemos ver como fondo de la foto.




La cresta hasta la cumbre presentaba un perfil rocoso, que tenía unas pequeñas dificultades que fueron muy bien superadas con la ayuda mutua y la protección de los compañeros más expertos.


Tramo final hacia la cumbre , las rocas calizas dominan este espacio estéril donde solo las plantas que han sabido adaptarse pueden sobrevivir.




Y por fin la cumbre del Humión , pico por excelencia de estos lugares , donde con el día claro del que disfrutamos pudimos contemplar lugares, sierras y montañas muy lejanas, dentro del parque natural de los montes Obarenes.




las imágenes en la cima hablan por si solas.


Había que regresar, solo habíamos hecho la mitad de la ruta , en el descenso primero paramos para comer y más relajados pudimos contemplar parte de las extraordinarias vistas que el día ofrecía.




El impresionante valle de Tobalina y la central nuclear de Garoña.


Durante el descenso nuestra compañera Inma sufrió una caída, la marcha fue exigente en todo momento, suelos muy variados y piedra suelta propiciaron el  accidente, le podía pasar a cualquiera de nosotros. Tranquilidad en todo momento. Dos médicos y dos enfermeras había en el grupo. Ella aguantó como una campeona y con la ayuda de sus compañeros pudo llegar hasta el final. Fue un susto que dejó el esguince y un chichón como recuerdo ...siempre con buena cara . Bravo Inma .


Y como colofón de la jornada nos fuimos a visitar la ciudad de Frías , la más pequeña de España, en      1.435 Juan II de Castilla le otorgo este titulo. Situada sobre el cerro de la Muela a 527 metros de altitud, proporciona una silueta magnifica y de gran belleza.




 Sus cuidadas calles, edificios y la imponente torre del homenaje de su castillo dan carácter  a la cuidad medieval que estos días de primavera ya estaba muy concurrida.




Momentos de relajación y disfrute tras el esfuerzo de una larga jornada, en Frías recargamos las baterías para el día siguiente, que prometía nuevas sensaciones . Jornada completísima, con un toque cultural .



Pero aún quedaba algo que ascender y nos fuimos a visitar su imponente castillo, desde cuyas torres y almenas pudimos divisar el recorrido de la senda del gitano en la lontananza . Bella tierra burgalesa, amada y cuidada por sus habitantes.


Desde la torre del homenaje, con vista a sus casas, su barrio judío y la iglesia de san Vicente, del siglo XIV, nos despedimos camino del albergue para descansar y reponer fuerzas para la segunda jornada. Frías nos dejo muy buen sabor de boca. Frías para volver . Frías para soñar.


Gracias por vuestras aportaciones y fotografías, espero que modestamente haya podido reflejar algunas de las sensaciones que esta jornada nos dejó.

                                                                                                    Salud y montañas bellas.

                                                                                                    Alfonso Martínez Toledano.
                                                                                                    cronista del GM El Argayu.

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