domingo, 6 de julio de 2025

POZO LLAO 06/07/2005

POZO LLAO

06/07/2025


Hoy el Grupo de montaña El Argayu siguiendo el calendario anual de rutas, se acercó al Valle de Camaleño para realizar una travesía desde Pido a Cosgaya con el fin de acercarnos al Pozo Llao pasando por los Puertos de Salvorón, Peñalba y Cubo bajo las faldas del Pico Coriscao por su vertiente norte.



Aquí tenemos a nuestras guías “Maria Elvira Salceda” y “Pilar la Valenciana,creo recordar que querían saludar a Lorena Gutiérrez, la verdad que no sé por qué...



Comenzamos la ruta en el pueblo de Pido,

en el lugar denominado “La quesería”, junto a una manga ganadera.

Hoy para la ocasión nos juntamos 13 montañeros.





La ruta comenzó a unos 1000 metros de altitud por una pista cómoda pero con bastante pendiente.



 

Al poco rato nos adentramos en un hayedo, junto al margen derecho del Río Salvorón, que en algunas ocasiones se convertía en un bosque mixto compartiendo terreno con el roble.




A medida que íbamos cogiendo altura aparecían los primeros pastos del Puerto Salvorón, siempre echando una vista hacia atrás hacia los Picos de Europa.



Enseguida llegamos a la “Choza del Puerto de Salvorón” conservada en muy buen estado; desde ella se podían observar restos de estructuras pastoriles.


Nos llamó la atención que no encontramos nada de ganado en el Puerto y Jose Ramón nos explicó que hasta el día de Santiago no se bajaba el ganado de Áliva hasta estos puertos.


No fue la parada oficial del Plátano, pero alguno aprovechó para echar un bocao.


Nuestro próximo destino era el Pozo Llao

y aquí tenemos a Ali y a Lodi haciendo un alto en el camino junto a un mostajo.




Antes de llegar al Pozo Llao está la “Hoya de los Becerros” donde se pueden apreciar claramente dos Corrales de ganado bastante grandes.




 


¡Y por fin! El tan esperado “Pozo Llao” donde hicimos la parada del plátano oficial y alguno aprovechó para refrescar los pies o echarse una pequeña siesta mañanera.



 Nuestro próximo destino:

atravesar las partes altas del puerto de Peñalba bajo la falda del pico Coriscao.



 Aquí tenemos a José Ramón, Radioaficionado “Llamando a la Abuela Lupe”
para comprobar que en Cosgaya estaba todo en orden.

En todas las rutas a las que acudo siempre encuentro alguien especial con el que conectas más y en este caso fue José Ramón uno de los “Rebecos de El Argayu”, GRACIAS por las explicaciones de toponimia y costumbres de la zona. 


 

Durante el trayecto tuvimos dos “Paradas Geológicas” donde Elvira nos explicó, según las indicaciones de “Paco Marcos de Cosgaya”, que el “Hoyo de Tabla Malrota” y el “Pozo LLao” son de Origen Glaciar, al contrario que la profunda depresión de “La Hoya de Peñalba” resultado de un enorme argayo.





Durante la ruta, a partir de los 1500 metros de altitud, nos empezamos a encontrar Genciana, Gistra, Tiraña e incluso Té del Puerto;

todas estas plantas se han utilizado mucho en Liébana en la medicina popular.



Y dejando atrás esta “Horcada” a 1739 metros de altura, punto más alto de la ruta, comenzaba un descenso suave por la “Sierra Culebrera” para luego descender hasta “Prao Cubo” por una pista con algo más de pendiente.




Ali y José Ramón en la “Sierra Culebrera” con los Picos de Europa de fondo.



En las inmediaciones de “Prao Cubo” hicimos la parada para comer, a la sombra de un pequeño hayedo.

 



Aquí estamos inmortalizando el momento en la “Choza de Prao Cubo”.


Antaño este prao se segaba y a cada casa le tocaba su parte para luego bajar la hierba en los carros en dirección Cosgaya,

seguro que Paquín tiene más de algún recuerdo de su niñez por esta zona.




Dejando atrás la “Majada de Prao Cubo” comenzamos el descenso hacia Cosgaya evitando la pista, desviándonos por un antiguo camino que en algunos tramos todavía quedaban restos de empedrado en paralelo al “Río Cubo”.


Lodi y Elvira en un puente sobre el “Río Cubo”.



 Zona denominada “Las Cuestas” ya acercándose a Cosgaya.


Ya casi finalizando la ruta hubo gente como Ali y Pilar que aprovechó para refrescar los pies en las frías y cantarinas aguas del “Río Cubo” antes de ser entregadas al mítico “Río Deva”.



Terminada la jornada montañera como es habitual parada obligatoria para tomar un refrigerio en Cosgaya, con la visita de nuestro Gran Amigo “Paquín”.

Espero que “te repares” pronto y estés con una buena puesta a punto para estas navidades poder subir el Belén a la “Peña Oviedo” y que nos deleites con tu sabiduría sobre el yacimiento.



Y aquí tenemos a Raúl en esta cotera, bloguero “en prácticas”

Espero que este relato os haya gustado y haber sacado una sonrisa a más de uno.


Como me dijo un amigo montañero una vez, de lo que se trata es que la historia de El Argayu quede escrita.


Un abrazo a todos y hasta pronto.



ANEXO


Durante la ruta pude oír varias historias montañeras sobre “Javi Caloca”

que la gente recordaba con nostalgia.

Tristemente el día anterior nos habían comunicado que había fallecido.

Tuve la ocasión de conocerle el día de la comida de Navidad anual y recuerdo que marchaba contento con un calendario de El Argayu bajo el brazo contándome que estaba viviendo en el asilo y que lo iba a colgar en la habitación.


Pero que mejor para despedirse de él que estas frases que le dedicó nuestro compañero Alfonso Martínez Toledano:

 


REBECO GRANDE


Lo dice una vieja canción " algo se muere en el alma cuando un amigo se va..."

El shabat, el día del descanso,

hizo su tránsito vital nuestro amigo y compañero Javi.


El GM El Argayu  se siente con el corazón encogido ante la pérdida del hombre de los ojos de agua. Si, mucha claridad hay en los ojos de ese hombre bueno, de ese Rebeco que partió hacia cumbres más altas, esas que traban nubes y auroras.


¿Adónde fue este gran Rebeco ? ...se fue a recortar siluetas en los delirios verticales de los Picos...y mirar, se dejó aquí abajo su mochila. Su mochila llena de honestidad y ternura. Esa mochila que cuando la cargas, no pesa, y cuando la abres grita la palabra Humildad. Él lo sabía, sabía que las puertas divinas del cielo tan solo las abre la santa Humildad.


Hoy todos los Rebecos se llaman Javi. Hoy su silueta es la bandera de El Argayu.



Homenaje realizado por Jose Ramón y Alfonso en Collada Bonita.

D.E.P.


sábado, 10 de mayo de 2025

GARGANTAS DEL ASON 10 MAYO 2025

 



GARGANTAS DEL ASÓN - CANTABRIA

10 MAYO 2025


No era la primera vez que nuestro grupo de montaña visitaba el Parque natural de los Collados del Asón , este singular espacio de Cantabria, tradicionalmente ha estado muy despoblado, lo cual ha contribuido que su naturaleza se haya mantenido con unas características poco degradadas, su epidermis kárstica nos evoca a nuestros Picos de Europa. Conocerlos es adentrarse en un paisaje único y de especial relevancia.

 .


12 +1  fuimos quienes acudimos a la convocatoria en el aparcamiento del parque situado a 686m . Desde aquí parten diferentes recorridos que surcan las 4.740 hectáreas protegidas desde el 18 de febrero de 1999. El cielo plomizo y las previsiones climáticas nos hacían cruzar los dedos .


Nuestros guías para la ocasión...Peter, Roberto y Ángel . supieron tomar las decisiones adecuadas en un día en  que el clima mostró las muchas caras que la montaña ofrece.


Desde el punto de salida comenzamos ganando altura , nuestro recorrido acabaría siendo circular, empleamos 6 horas y 8 minutos en su realización,  con un espacio de 14,5  km. Alcanzando una altitud máxima de 1300m.


Tras avanzar por un terreno de monte bajo nos disponemos a entrar en el hayedo , al fondo podemos contemplar la mole calcárea por  la que tendremos que caminar para alcanzar la cota más alta de nuestro recorrido.


Por esa brecha entre las moles calizas tendríamos que ascender por un terreno exigente. Comentar que la  naturaleza caliza del parque , hace que se encuentren pocas fuentes , es muy recomendable llevar una buena provisión de agua.


Nos adentramos en el hayedo, que es el mayor representante del bosque atlántico caducifolio  y que es lo más dominante del parque, que tambien alberga rebollos y encinas cantábricas , así como abedules y frenos. Las hayas encuentran entre las rocas,  están en esplendor en la lluviosa primavera que estamos viviendo.



Algunos, hacia ya un montón de horas que habíamos desayunado y las tripas reclamaban reponer fuerzas en el alto del " plátano ". Mágico lugar donde todo alimento sienta bien .


Roca y bosque. Recargadas las energías comenzaba la ascensión con una inclinación  exigente, que hace al grupo estirarse . El recorrido se ponía muy interesante con un terreno muy variado, el calzado y los bastones son determinantes.



Los guías nos habían dicho que en el bosque no había ningún sendero,  lo escarpado del lugar tuvo como consecuencia que aquí no se cortase la madera y hace mucho tiempo ya, que no hay ganado de montaña en el bosque . Es la intuición del camino lo que dibuja la ruta sobre el terreno.




Las lluvias de primavera propiciaron un herbazal que dificulta la ascensión , hay que emplearse a fondo. Roberto va dejando al bosque atrás,  la altura es cada vez más notable.


Cede el bosque y la palabra desfiladero toma carta de naturaleza, ante nosotros las impresonantes paredes entre las que discurre la ruta, el cielo juega con nosotros, nubes inquietas a las que nos agarramos esperando que el la bonanza perdure...


Llegamos al llamado paso de la tortuga , un tremendo bloque calizo sirve de peana a este capricho de la naturaleza que evoca a una tortuga petrificada en la noche de los tiempos.


Como la página de un libro abierto, este delirio vertical, nos comenta y documenta  sobre el pasado glacial del parque. Las diferentes glaciaciones fueron tallando y tatuando sobre la roca el devenir del planeta.





Y por un momento la montaña nos abre una puerta desde la poder admirar la grandeza del lugar. De dentro afuera esta cámara oscura hizo las delicias de fotógrafos prestos a inmortalizar siluetas , perfiles , contrastes y todo aquello que la montaña, a modo de escenario nos brindaba.



El grupo discurre por el desfiladero, donde las hayas asoman a la más mínima terraza , la ruta se desplaza a un nuevo escenario donde la piedra suelta a grandes bloque nos servirá de escalera ascendente hacia la parte superior del acantilado.




Un caos de roca es lo que hay que superar, en alguna ocasión echando las manos para asegurar el paso. Es un terreno complejo al que hay que prestar mucha atención, en especial por la piedra suelta, un mal paso puede ocasionar lesiones en un un terreno con difícil rescate.


Los guías aprovechan los pocos espacios abiertos en aquellas angosturas para reunir al grupo. Obsérvese la tremenda verticalidad de los pliegues calizos que nos hacían presumir unas verticalidades abismales.



Llegamos a la parte superior del recorrido y las vistas nos compensan de todo esfuerzo. Asomados al cantil los caminos se dibujan como pequeños hilos en el fondo del valle, el bosque se sostiene como un jardín colgante que evoca una Babilonia sobrenatural,  donde a fuerza de subir, nos hacemos cada vez más pequeños.



Y a partir de aquí, se cumplieron todos los pronósticos y augurios habidos y por haber, la montaña decidió hablar y de proclamó una tormenta de las " Gordas ", de esas que ponen nuestro equipo a pasar la ITV y demostrar todas aquellas bondades que pregonaban . La cara de Raúl lo resume todo.


Volver con aquel temporal declarado,  no parecía ser la mejor de las opciones. Nuestros guías , conocedores del terreno sabían de  la existencia de una cabaña , que estaba en nuestro recorrido, allí nos dirigimos , cabaña salvadora , que en estos casos no hay mejor trecho, que el que lleva a un techo.



Hubo quien hasta se animó con el fuego ...que todo calor es poco, cuando te sientes inundado y la temperatura baja.


Y del fuego a la comida, hay un paso , que reconfortar tripas y calmar papilas gustativas es labor que da sosiego y reconforta cuerpos y espíritus. Lorena dándole a la mandíbula inferior ( la otra no se mueve ) ...tener servicio médico en la ruta siempre relaja.


  Y todo pasa...es momento de volver al camino para cerrar el circulo. Nos salvo la vieja cabaña pastoril. Es muy importante reconocer las rutas antes de realizarlas, pues la montaña es imprevisible a veces y las decisiones acertadas son la garantía.


No es nieve, ni granizo , es lo último en botas autolimpiables , en caso de tormenta y barro la espuma  te deja el calzado como un guante.😂


                             El tiempo cambió y hasta el pájaro loco se puso contento.


La tarde cambió, el cielo plomizo cedió a las luces de la tarde, luces que dibujan el contorno glaciar del Asón, lapiaces y dolinas  filtran rápidamente el agua que nutre el nacimiento del río, millones de años que roturan un paisaje único.



 




No fueron muy abundantes en ese momento, pero si fueron muy bellas, así es la flora de nuestra ruta , primavera en expansión . Festival de colores para nuestros ojos.


El camino de descenso hacia el valle vuelve a sumergirse en el hayedo, esplendor de vida en una naturaleza casi virginal , sensaciones que compensan ese peaje que la montaña nos pide, la naturaleza lo compensa todo cuando nos fusionamos con ella. 



Dos joyas salen a nuestro paso, el haya al borde del camino y  el joven tejo en la umbría del bosque, cada uno reina en su parcela . Mucho saben de estrellas y tempestades , la vida se abre paso con inquebrantable deseo.



José Luis y Alfonso se pegaron el madrugón, pero allí estuvieron , fueron los representantes lebaniegos en la ruta. No solo son los Picos de Europa ...hay una Cantabria infinita, quien allí estuvo, lo sabe.


Finalizando el día  y casi secos, una jornada épica y para recordar. Nos quedó una parte del recorrido trazado originalmente, pero las circunstancias mandaron. Hay motivos para volver y andar este espacio único.


         También hubo un ratito para el ocio tras la jornada vivida. 


Durante la jornada deportiva se unió al grupo Sheila, una chica del lugar que caminaba sola con su perro. La tormenta vivida en la montaña hizo que buscase la seguridad y el calor que el grupo la daba. Juventud y simpatía que siempre son bienvenidas.



Al final te quedas con lo bello, sabiendo que la montaña es madre y maestra, sabiendo que pudiste subir donde vuelan las aves, sabiendo que llegaste a lo alto para alfombrar los ojos del verde esmeralda de Cantabria. Sabiendo que en la tierra infinita, siempre hay motivos para volver.

Gracias a nuestros acertados guías y gracias a quienes con sus imágenes han colaborado en este relato.


                                                                                                Alfonso Martínez Toledano.

                                                                                               cronista del GM El Argayu