viernes, 6 de diciembre de 2024

PICO YORDAS 1.964 m. Noviembre 2.024

 PICO YORDAS 1.964 m. 

17 de noviembre de 2.024


Desde principios del siglo XX se tiene constancia del interés por embalsar agua en lo que hoy constituye el Parque regional de la montaña de Riaño. En la década de los años 60 ( 63-65 ),  durante la dictadura, comienza un proyecto que se culminaría en el periodo democrático, el 31 de diciembre de 1987, con el cierre de las compuertas del embalse de Riaño. Esta intervención humana es sin lugar a dudas, el elemento determinante del paisaje que domina el pico Yordas.


El domingo 17 de noviembre 2.024, pusimos nuestra mirada en el Pico Yordas , que con sus 1.964 m. es la atalaya privilegiada que domina el parque regional Montaña de Riaño. La mole caliza se levanta sobre las aguas circundantes en medio de gran esplendor.


Andrés García Palomo fue nuestro guía  para esta ocasión. Una propuesta que cumplió con las expectativas que teníamos puestas en la ruta.


Fuimos 11 los montañeros, los que en este día nos aventuramos en cruzar al rio Esla para llegar al pueblo de Liegos ( 1.150 m) situado al los pies del pico Yordas. Aquí dejamos nuestros coches y tomamos una pista ( no transitable por vehículos sin la autorización correspondiente )...


Tras caminar durante una hora por la pista conocida como camino de san Pelayo, que discurre paralelo al río Belluco, y remontando un desnivel de 110  m.  Tomamos un camino bien señalizado que nos introduce en la ruta más utilizada para subir al pico Yordas.


Es el hayedo la especie más dominante en esta ladera de la montaña, pero en medio de las hayas prosperan valientes Tejos, testigos mudos que a medida que ganábamos altura incrementaban su presencia.


Los líquenes que prosperan en los robles existentes, son testigos de nuestros primeros pasos y son uno de los fiables indicadores de la pureza del aire dominante. 


Pasto, Roble y haya se dan cita en la mañana de nuestros pasos, persiste el rocío en esta hora temprana en la que nuestros pasos quebrantan el silencio del bosque cantábrico.


En grupo sube compacto en medio del bosque, como se aprecia en la foto podemos ver la convivencia de las diferentes especies, tambien los musgos encuentran acomodo en lo umbrío del bosque completando un espacio de gran biodiversidad .


Una amplia   y alfombrada pista surca la arboleda. El día resultó muy bueno para la práctica de nuestro deporte. Las temperaturas moderadas fueron dejando atrás las nieblas de la mañana, que dieron paso a un cielo límpido. 


Decir otoño, es decir tiempo de setas. Y este de 2.024 ha sido muy propicio para su aparición ( en Liébana ha sido un año excepcional ) a estas alturas del  año se vieron menos, pero el bosque aún guardaba bellos y singulares ejemplares.


Nuestro guía Andrés , a parte de buen topógrafo, es un gran conocedor del medio en el que nos movíamos y a medida que ganábamos altura, tambien ganábamos en visibilidad, ante nuestros ojos se desplegaba la cordillera con gran esplendor.



A nuestro encuentro surge una " fuente montañera " sin lugar a dudas para calmar la sed de los numerosos montañeros que siguen esta ruta, así como de los cazadores que también la frecuentan . La ruta al Pico Yordas no es abundante en agua potable . Se aconseja llevarla en la mochila.


Otoño de fuertes vientos en la cordillera, los árboles sufren su poda y abatimiento natural , es el precio de la edad, viejas hayas fueron abatidas por el viento, algunas arderán en  los hogares de estas altas tierras leonesas.


El grupo de cabeza se detiene para señalizar la desviación que tomamos con orientación al pico Yordas . Está convenientemente señalizado, pero no despistarse, pues la pista forestal continua ascendiendo.


Antonio puso la nota de calidad en las fotos del día, en una naturaleza que se nos antojaba como el mejor de los escenarios.




A medida que ascendíamos el bosque nos mostraba más ejemplares de tejos ( Taxux baccata ) cuanto más arriba, los ejemplares eran más extraordinarios, sus trocos nos revelan la centenaria de edad de estos árboles, en los que exceptuando los frutos todo lo demás es tóxico.


El grupo posa junto a estos auténticos señores del bosque. Fue la altura y lo escarpado del terreno quien les liberó durante siglos del hacha. Hoy nos resultan venerables y deben de ser conservados como monumentos naturales para disfrute de todos.


Abandonamos el bosque para adentrarnos en el territorio de lo estéril , la roca caliza, dominante en la geología del lugar  sale a nuestro encuentro y el sendero se estrecha abriéndose paso entre las peñas .


La ruta es un recorrido clásico para los montañeros, es una senda clara y bien marcada en el terreno, como se aprecia en la foto. Cambia el suelo y al amparo de la luz algunas plantas viven en este ecosistema de montaña.



Es hora del "plátano" ...en una soleada ladera hubo que frenar al guía para tomar un refrigerio de potasio, mientras, nos recreábamos en un entorno donde ya intuíamos la presencia del pico.


La  senda nos lleva al collado Baguyoso a 1.688 m. Luce el sol y con plena visibilidad damos vista al embalse de Riaño, pues hasta entonces había permanecido a oculto a nuestras miradas. Es el punto de partida antes de adentrarnos en la última rampa que nos llevará a la cumbre.



Un último esfuerzo para alcanzar la cima, la altura nos brinda excelentes panorámicas del entorno, los Picos de Europa dominan el horizonte y nuestros ojos empiezan a reconocer en el valle el camino recorrido.





Aún quedaba un buen trecho, pero a lo lejos podemos ver la cumbre del Yordas. Es este un recorrido apto para muchas personas , pues no implica en ningún momento dificultad técnica, más allá que las que requiere una correcta orientación en la montaña.


11 en la cumbre , la montaña , esta vez si, nos permitió  magnificas panorámicas en los 360 grados. En le horizonte se recortan los perfiles de la cordillera cantábrica con el pico Espigüete como cumbre emblemática. Pico Yordas 1.964 m.



Es la cumbre del P. Yordas  una arista donde se acumulan las rocas permitiendo un tránsito cuidadoso, hay amplitud para moverse. Las mujeres del grupo posan contemplando el embalse, parecen buscar en los espejos del agua el reflejo de una grandeza sin par.


Quinta del 57. Aquilino y Alfonso . Tipos duros de roer. Fueron los veteranos del grupo, posan junto a la cruz que corona la montaña.


El embalse de Riaño es el más grande de la cuenca del Duero. 337 metros de longitud y más  650 millones de metros cúbicos de capacidad, 2.230 hectáreas y cota de agua max1.099m...todo eso conforma la estampa que la foto muestra...quien allí estuvo, lo sabe.


Un rápido descenso para encontrar un lugar donde comer , las tripas reclamaban su atención...



Andrés eligió un lugar solano y sin viento para dar sosiego a nuestras papilas gustativas, ganas daban de echar una siestecita antes de afrontar el tramo de bajada hasta el   punto de inicio.





Posee el Yordas una gran biodiversidad en su entorno y la orientación así lo define. Brezos, piornos, genistas y escobas, como la que salen a nuestro paso definen el monte bajo en altura.  El camino se dibuja claro en la ladera rocosa. 


La senda bordea la montaña hasta cerrar un circulo, porque es circular el recorrido, nuestros pasos nos acercan al embalse y nuevos perfiles reclaman nuestra atención en las luces de la tarde. Territorio por explorar en  nuevo año 2.025 nos traerán a estos parajes.



Caminamos teniendo a nuestra izquierda la mole pétrea del pico Yordas. Vamos hacia la majada del Yordas a 1.689 m . Hasta aquí llegaban los ganados trashumantes de ovejas merinas, que aprovechaban en la primavera y verano los pastos de la  montaña.


Tras recorrerla majada el camino nos devuelve al hayedo para cerrar el circulo del recorrido, volveremos a conectar con la pista en las vegas de Villacienzo, desde aqui regreso a Liegos. Aquilino vuelve la cabeza en un deseo de retener las sensaciones del día. Riaño ofrece muchas posibilidades para la práctica del montañismo. No nos cabe la menor duda ...habrá que volver. Cualquier estación es bella en este paraje de ensueño. Gracias Andrés por guiarnos. 
                              
   Gracias a quienes con vuestra asistencia y fotografías hacéis  posible este relato.

                                                                                        Salud y montañas bellas.

                                                                                    Alfonso Martínez  Toledano.

                                                                                    cronista del GM El Argayu.